Hoy recuperamos nuestras andanzas para conocer los pueblos cercanos al nuestros. En esta ocasión haremos parada en nuestro pueblo vecino Layna, que ya no es de Guadalajara sino de Soria. A los de aquí se les llama Navarros y pertenece al Ayuntamiento de Arcos de Jalón.
Se halla entre Medinaceli y Molina de Aragón, en pleno Camino del Cid. Este territorio del sureste soriano fue repoblado por Gonzalo Núñez, conde de Lara, a mediados del siglo XII, y por su término transcurre parte del Campo de Taranz por el que que pasó el Cid con sus mesnadas durante su destierro, según el Cantar de Mio Cid. Y por el pasaron sus hijas en dos ocasiones (antes y después de la Afrenta de Corpes).
Layna o Laina, que por los dos nombres se escribe, es un pueblecito situado al sur de la provincia de Soria haciendo límite con la provincia de Guadalajara. Sus habitantes, al igual que en municipios colindantes, se dedican a la agricultura y ganadería. De su tierra son famosas las setas y por ello, en épocas de recogida, mucha gente de la comarca acude a Layna para buscarlas. También son conocidas las plantaciones de trufas que circundan el pueblo.
Cerca del pueblo se encuntra Obetago al que siempre se ha considerado perteneciente a Layna. Dicen las antiguas leyendas que este pueblo desapareció debido a que todos sus habitantes, menos una mujer, murieron envenenados por una culebra que se metió en el agua. A partir de ahí el pueblo nunca fue repoblado y se le consideró perteneciente al término de Layna, incluso las campanas de su iglesia actualmente se encuentran en la Parroquia de Layna (donde hay también ex-votos), así como una cruz de hierro. Obetago para los más curiosos se halla en una colina pasado el Ontete de camino a Layna, hoy en día sólo quedan unas paredes...
Layna ocupa un lugar importante en la paleontología nacional porque en su Cerro Pelado se han localizado fósiles del final del Mioceno y de la base del Plioceno de hace nada menos que la friolera de cuatro millones de años, por lo que fue calificado este yacimiento como Reserva Paleontológica Nacional, la primera de España. Por estos fósiles sabemos que vivían por aquí osos, primates y tigres de dientes de sable, entre otros animales.
Cerca del pueblo se encuntra Obetago al que siempre se ha considerado perteneciente a Layna. Dicen las antiguas leyendas que este pueblo desapareció debido a que todos sus habitantes, menos una mujer, murieron envenenados por una culebra que se metió en el agua. A partir de ahí el pueblo nunca fue repoblado y se le consideró perteneciente al término de Layna, incluso las campanas de su iglesia actualmente se encuentran en la Parroquia de Layna (donde hay también ex-votos), así como una cruz de hierro. Obetago para los más curiosos se halla en una colina pasado el Ontete de camino a Layna, hoy en día sólo quedan unas paredes...
Layna ocupa un lugar importante en la paleontología nacional porque en su Cerro Pelado se han localizado fósiles del final del Mioceno y de la base del Plioceno de hace nada menos que la friolera de cuatro millones de años, por lo que fue calificado este yacimiento como Reserva Paleontológica Nacional, la primera de España. Por estos fósiles sabemos que vivían por aquí osos, primates y tigres de dientes de sable, entre otros animales.
Varias simas hay en Layna, destacando las de la Escala y la Loma, y llamativa es su Cueva del Culebrón. Jabinos, rebollo y sabinas hemos visto a ambos lados de la carretera que la une con Arcos de Jalón.
Su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Cabeza conserva una pila bautismal del siglo XVI, y de la centuria siguiente son dos retablos. La campana más vieja data de 1880. Y hay que resaltar también que se conservan numerosos exvotos junto al retablo de san Roque, en el que hay una escultura pequeña de San Ginés, el cual proviene del despoblado de Obetago.
En Layna escuchó el musicólogo Kurt Schindler diversos cantares, entre ellos el romance de la Cristiana Cautiva y el de la Blanca Rosa, en 1931, y a New York los llevó transcritos en letra y música. También había una danza de paloteo.
Cañada de ganado trashumancia atraviesa el término de Layna, y cerca pueden verse, en dirección a Medinaceli, dos chozos de piedra donde se resguardaban los pastores. Camino de Maranchón hubo dos molinos, uno de ellos rehabilitado como vivienda.
Y donde hay molinos, hay agua.., y abundante en Layna pues aquí nace el río Blanco, el afluente soriano más caudaloso del Alto Jalón. Y hay bastantes manantiales. Terminamos esta visita a Layna diciendo que en sus campos anida una colonia importante de la alondra de Dupont (medio millas de parejas).
Esperamos que con esto hayáis podido conocer un poquito más nuestro pueblo vecino, y a todos los de Layna os esperamos por Luzón!
3 comentarios:
Vaya, esa leyenda de Obetago en un motivo "tópico", que se repite en diversos lugares abandonados, la primera vez la encontré en el despoblado de Masegoso (Soria), referida a una bruja que envenenó la fuente con "gafuras" (bichejos: salamandras, sapos y demás) porque no la invitaron a una boda, todos murieron y el lugar quedó desierto. Luego, he ido encontrando la leyenda en lugares tan distantes como Galicia, Toledo, o Cantabria. Las variantes son diversas, pero el armazón de la leyenda es siempre el mismo, se trata de un "arquetipo".
Esta tuya, no la conocía.
Por cierto, la "Cueva del Culebrón", en Layna, ¿tiene alguna leyenda añadida? Porque conozco varias cuevas de esas, por la geografía celtibérica, aunque ésta la tenía inédita, y todas tienen su "cuento" correspondiente.
Salud y fraternidad.
Layna es un pueblo de mayúscula historia. Es curioso que le separe una provincia de Anguita y Luzón... en fin....
El Campo Taranz, por donde pasó el Cid, es cuasi con total seguridad la parte que pertenece a Anguita, y Luzón, pues es a él al que se sube desde las aguas de Anguita para ir a Molina, o a Medina, si bien en éste caso sí habría que pasar por Layna.
Lo de las setas... me consta que no les gusta en exceso que se diga... y con razón.
un abrazo!
Hola amigos! Gracias de nuevo Fujur por tus sabias palabras, imaginamos que lo de las setas no les haga mucha gracia como no nos hace a nadie... pero bueno.
Alkaest, nos resulta muy curiosa tu apreciación sobre Obetago, algo de cierto si que debe haber en la historia porque nuestras abuelas si que conocieron de pequeñas ese pueblo y sus padres, pero nunca se sabe. Sobre lo de la cueva, no sabemos mucho más, pero intentaremos enterarnos! Un abrazo y gracias por vuestras aportaciones!!!!
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