Hoy empezamos una nueva andadura dentro del blog, un repaso por la historia no sólo de Luzón sino de la Provincia de Guadalajara. Quizás no sea todo lo exhaustivo que quisieramos, pero bueno, puede ser el inicio... Que este post, sirva como un inicio de nuestros orígenes...
Y es que la práctica totalidad de pueblos que, a lo largo de la historia, se han asentado en la península Ibérica han dejado huellas de su civilización y cultura, más o menos significativas, en el territorio que actualmente ocupa la provincia de Guadalajara.
Este territorio, dada su estratégica ubicación geográfica entre las mesetas superior e inferior, entre las cuencas del Tajo y el Ebro, entre los sistemas orográficos Central e Ibérico y, en definitiva, localizándose en el epicentro geográfico de la península Ibérica, ha sido históricamente una tierra de paso.
De la presencia de hombres prehistóricos en la provincia queda constancia notable en La Cueva de los Casares (Riba de Saelices) y de La Hoz (Santa María del Espino), especialmente en la primera ya que en sus paredes se reúnen casi dos centenares de grabados rupestres paleolíticos con una antigüedad mínima de 15.000 años y máxima de 25.000, anteriores incluso a las famosas pinturas de Altamira.
Arévacos y Lusones se asentaron al Norte de la provincia, los primeros al Noroeste y los segundos al Noreste, donde también se asentaron los Celtíberos propiamente dichos. Siempre se ha dicho que los Lusones estuvieron en la zona de Luzón, verdad o leyenda?
Carpetanos y Oretanos, pueblos iberos de progresiva influencia celta, se localizaron en el resto del territorio provincial, especialmente junto a las riberas de los ríos Jarama, Henares y Tajuña. Especialmente de la Edad del Hierro aparecen por amplias zonas del territorio de Guadalajara yacimientos arqueológicos de orígen celtíbero, tales como necrópolis, castros, campamentos, etc.
La civilización y cultura romanas dejaron también huella de su paso, más de tránsito que de grandes asentamientos, por estas tierras, por las que discurría, a través del valle del Henares, la Vía Domiciana que enlazaba Emérita Augusta (Mérida) con Caesare Augusta (Zaragoza). Restos de esta calzada, así como de la que desde el Tajo, a la altura de Trillo, enlazaba con el Henares en Sigüenza (la Segontia romana), puentes, restos de "villaes", mosaicos, etc. componen la evidencia material que queda de la romanización en estas tierras.
Del paso de los visigodos por este territorio no queda amplia constancia, aunque sí muy significativa: el yacimiento arqueológico de Recópolis, la gran ciudad que Leovigildo erigió en honor de su hijo Recaredo, junto al Tajo, en lo que hoy es la villa de Zorita de los Canes.
1 comentarios:
Arévacos y Lusones son "celtíberos propiamente dichos", entre otros.
Pero, además, los celtíberos son los celtas propiamente dichos..., es decir, los verdaderamente celtas. En época romana llamábanse celtíberos a los "celtas de Iberia", no a la mezcla de celtas e iberos...
¡Ay, siglos de confusión y actual!
Luzón (de lusones) se sitúa en plena zona celtibérica, es decir, en plena zona auténticamente céltica... y originaria.
Salvador Vara
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