En esta ocasión, aprovechando que es San Miguel (felicidades paralos Miguelines), queremos dedicar un post al arado. Y es que como ya hemos señalado en alguna parte del blog, Luzón ha sido y es esencialmente un pueblo agrícola, donde la gran parte de la vida de sus gentes, ha girado y gira en torno al campo.
Antaño, nuestros campos, fueron removidos por el inmortal y vetusto arado. Este útil, tal y como era antes de la irrupción de los tractores, es el que centra esta sección. El utilizado en la localidad era de tipo castellano, como es lógico. Sin embargo éste fue heredado de los usados en la antigua Roma. Éste instrumento tiene como particularidad que, movido por fuerza animal, sirve para labrar la tierra abriendo surcos en ella por medio de una reja en forma de lanza. La práctica totalidad de las piezas de madera, las elaboraba el carpintero de encina, a excepción de que uno fuera muy mañoso. La única parte que no era de encina, era el timón que estaba hecha de sabina. Las piezas de hierro las hacía el herrero. Este tradicional elemento fue desapareciendo poco a poco entre los años 60 y 70 del pasado siglo, dejando paso a los moderno tractores.
Después de las lluvias de otoño, que han endurecido la tierra, se empleban los escarificadores y cultivadoras que mantienen suelta la superficie del suelo labrado y eliminan al mismo tiempo las malas hierbas que han crecido espontáneamente.
Tienes alguna curiosidad sobre el arado? Quieres compartirla? Animo, esperamos tus sugerencias!
1 comentarios:
Me han contado que de chicos, esperando en la puerta de la escuela a que el maestro abriera para entrar en clase, un día que el maestro se quedó dormido, los chicos y las chicas cogieron un arado que había por allí cerca y prepararon un cirio en la misma puerta de la escuela de mucho cuidado.
Yo hablo de memoria porque me lo han contado pero los que lo hicieron que lo cuenten que ya han pasado años y el delito ha prescrito jajajajaja.
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