Al mirar el calendario nos damos cuenta de que ha comenzado el mes de Octubre... aparentemente podría ser el comienzo de un mes más, pero en la vida del cazador, este mes se convierte en el mes por antonomasia...
Es cierto que ya hemos tenido oportunidad de quitarnos el gusanillo con la media veda, es cierto que ya hemos sacado a los perros, nos hemos reencontrado con el campo que cuidamos y amamos, ya hemos compartido alguna que otra jornada con compañeros de caza... pero el mes de Octubre es algo especial... ya llevo días descontando el tiempo que nos queda para llegar al 26. Ese día será como todos los primeros días del desvede general. Me imagino que la noche del 25 de Octubre en Luzón será como otras noches "pre-primer día". Mucha incertidumbre, pocas partidas de guiñote en el bar y muchas ganas de que los primeros rayos de sol nos abran paso al primer día de caza. Al romper la mañana sentiremos el ladrido de los perros al entrar en los carros, el roce de las escopetas al salir de las fundas y ya al romper la mañana los primeros tiros... Es un día de sensaciones... muy dificiles de explicar pero increibles al sentirlas... el reencuentro con el cazadero habitual, la compañía de los amigos, el ver las evoluciones del perro, el sentir la proximidad de la caza, el primer vuelo de las perdices con el caracerístico sonido de su aleteo... creo que solo quien lo ha sentido como yo mismo lo he hecho me puede entender. Es incluso ahora a cientos de kilómetros de la Laguna, la paridera del Leonardo, la cuesta de la higuera... cuando me emociono y no se desdibujan en mi cabeza las decenas de veces que hemos atravesado estos lugares, detrás de las perdices, tras el rastro de alguna liebre "tocada"... Solo nos queda esperar... prometo que cuando todo haya pasado me pondré de nuevo ante el teclado del ordenador, para contaros lo que volvió a ser el primer día de caza del año 2008 en Luzón.
Mientras tanto desde aquí mi más sincero homenaje y el mejor de mis recuerdos para todos aquellos que desde hace tiempo habeis luchado y luchais para mantener vivo el buen espíritu de la caza, el amor al monte, el respeto por la flora y la fauna de nuestro pueblo y solo agradeceros que hayais inculcado en mi y en otros muchos estos grandes sentimientos que nos hacen sentirnos orgullosos "Luzoneros" (aunque sea "adoptivos") y sobre todo orgullosos cazadores.
¡¡Hasta pronto compañeros!!
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