Se sitúa en la parte alta del pueblo, al lado del edificio de las antiguas Escuelas Pías. El edificio es obra del último tercio del siglo XIX, y fue mandado construir por Juan Bolaños Ayuso, miembro de las Escuelas Pías, impulsor también del edifico anexo en el que se albergaron las escuelas del lugar.
Se trata de un edificio de planta rectangular formada por tres naves con crucero en el presbiterio y torre en el lado del evangelio de la cabecera, está construido en piedra sillar y cemento.
En la fachada principal, situada a los pies, se abre la puerta de ingreso. Sobre la puerta se halla un rosetón formado por cuatro círculos.
Se trata de un edificio de planta rectangular formada por tres naves con crucero en el presbiterio y torre en el lado del evangelio de la cabecera, está construido en piedra sillar y cemento.
En la fachada principal, situada a los pies, se abre la puerta de ingreso. Sobre la puerta se halla un rosetón formado por cuatro círculos.
Su interior es sencillo, pero da sensación de perfección, con sus paredes blancas y su piedra de color rosácea... a pesar de la humedad que hace estragos en ella.
En las paredes hay diversos cuadros de Santos y Santas que fueron restaurados no hace mucho. Según se entra, hay una escalera que sube al pequeño coro desde el que hay una bonita visión del conjunto de la pequeña capilla.
En un lateral, se hallan las sepulturas de los padres fundadores rodeadas por una verja de hierro forjado, sencillo pero bonito homenaje a estos luzoneros que tanto hicieron por su pueblo, dotándole de una de las mejores escuelas de la zona, así como de una beca para todos aquellos que quisieran hacer carrera como sacerdote, y que tantos luzoneros usaron para poder mejorar su educación.
El altar es de una sola pieza de piedra, en la que se halla presidiéndolo todo una Inmaculada. En el lateral, se da acceso a la pequeña sacristía.
Es un edificio sencillo, pero lleno de encanto y de formas simples pero elegantes.
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