Luzón a 24 de Julio de 2005.
Como muchos fines de semana de mi vida, me encuentro en este siempre bello rincón de Guadalajara, disfrutando de la paz y la tranquilidad, que a lo largo de años, nos ha regalado a cambio de nada, este pueblo, que tanto los nacidos aquí como los foráneos siempre hemos amado y seguiremos haciendo como hasta ahora.
Tristemente hace sólo una semana, saltábamos a los distintos medios de comunicación, por causas totalmente ajenas a nuestra voluntad y por las que nadie, de los que aquí nacieron, ni de los que aquí venimos, nos hubiera gustado jamás saltar.
De lo ocurrido hace exactamente una semana, creo que nada nuevo puedo aportar. Nuestro pueblo desde hace ya siete días, no volverá a ser lo mismo hasta dentro tal vez de 100 o 200 años, muchos de los que perplejos vimos y sufrimos la ineficacia de los que salen elegidos de las urnas, de los medios que ellos mandaban (insuficientes en un principio y tardíos siempre), nunca más en nuestras vidas, ni en las de que nos sucederán volveremos a disfrutar de lo que nuestros padres, abuelos, bisabuelos y demás generaciones nos dejaron como legado ecológico, medioambiental, y patrimonio que hasta hace solo una semana, y no sin pocas luchas anteriores, habíamos conseguido que fuera nuestro.
Desde aquí mi homenaje a los que lucharon por ellos desde hace tiempo, y a los que hace una semana, se partieron el pecho jugándose sus vidas por salvar algo que nos pertenecía y que desde las altas esferas es hoy, sólo una semana después, un arma arrojadiza para rascar un puñado de votos.
Espero que desde aquí, en mi humilde y amado hoy más que nunca lugar, no de nacimiento por desgracia, pero si de estancia durante muchos momentos de mi vida, se me permita una simple reflexión… Señores políticos, seamos serios (aunque sólo lo hagan por una vez en sus vidas), ¿valen más un puñado de votos que la vida de once personas y la rabia de unos pueblos que han visto como se les quitaba lo suyo?. Desde que llegué, va a hacer pronto 27 años a este pueblo, nunca he visto ningún acto fuera de tono de su población, pero entiendan que salvando las malas artes de unos personajes (en gran parte, si no en su totalidad de fuera de nuestro pueblo), que no tienen otro nombre que el de personajes y que vinieron a nuestro pueblo a recriminar actos y cosas que ahora no vienen al caso, nuestro comportamiento y repito alto y claro NUESTRO comportamiento, ha sido ejemplar. No olvidaremos, ni perdonaremos su ineficacia y su dejadez por muchos ceros que tengan las cantidades económicas que ahora no se cansan de prometernos, la vida de 11 personas no tiene precio, y la belleza de los parajes que se han perdido no la podremos comprar jamás.
Algún día supongo que tendré hijos y esos hijos, que por supuesto vendrán al pueblo de sus antepasados, jamás podrán ver donde cientos de veces, sus bisabuelos, sus abuelos y sus padres, pasaron horas de sus vidas. En ese momento cuando me pregunten que pasó allí, será cuando les conteste, que desgraciadamente gracias a su dejadez, a su abandono, y afortunadamente gracias al esfuerzo de muchos de los que considero mis propios paisanos, tenemos este paisaje que si no fuera por estos últimos y por unos medios que como decía al principio llegaron tarde, mal y nunca podría haber sido aún más desolador. Porque ahora es cuando me pregunto, perdonen si soy mal pensado, ¿Cuándo habrían tomado cartas en el asunto desde los distintos estamentos públicos si no hubiera habido víctimas mortales?... por desgracia hasta hace una semana, pensaba que en España, sólo había que morir para ser famoso o popular, desde hace una semana también pienso que toda nuestra clase política, sea del color que sea, solo atiende a causas cuando hay víctimas de por medio… perdónenme pero pienso con la escasa inteligencia que Dios me ha dado, que esto cuanto menos es triste… muy triste.
No quiero cansar más al que se haya decidido a leer esta breve reflexión y solo espero que si puede y me hace ese favor, la haga llegar a cuantas más personas pueda mejor, porque por desgracia se que esos que ocupan horas y horas de televisión jamás van a dar su brazo a torcer y no van a reconocer la serie de despropósitos y de abandonos a los que nos han tenido sometidos durante muchas horas, en las que veíamos como lo nuestro se lo llevaba el fuego.
Muchas gracias a todos los voluntarios, cuerpos de seguridad y medios de extinción que lucharon contra el fuego, gracias también a los medios de comunicación, que en su gran mayoría, nos han dejado expresarnos con total libertad, y a los distintos poderes políticos les deseo toda la suerte del mundo en las luchas que a partir de ahora empezarán en otros lugares, porque en este desde luego ya lo tienen todo perdido, como perdido han dejado que tuviéramos lo que un día fue nuestro. Gracias a todos y ahora sólo déjennos enterrar a nuestros muertos, que pesan sobre sus espaldas, recriminarles lo que tuvieron que hacer y no hicieron y llorar lo que fue nuestro y hasta dentro de siglos no volverá a ser tal y como fue.
Rubén Novella Rivilla.
jueves, 24 de abril de 2008
Carta de un luzonero
Etiquetas: Incendio
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