Hoy en lugar de hablar del medio ambiente tal cual, os proponemos algo menos serio... un cuento para los más peques, bueno para todos... te apetece leer un rato?
Los bosques se agotan.
«¿Qué son esas cosas verdes?», preguntó el reloj de sombra del planeta Saturno.«Son bosques», respondió el reloj de viento del planeta Júpiter.
«Ayer eran los mamut», comentó el reloj de sombra.
El reloj terrestre hizo caso omiso del comentario. Bastante trabajo tenía con los animales que tenían sus días contados.
Los relojes siguieron mirando el inexorable caer de la vida.
«Escuchas lo mismo que yo», dijo el reloj de viento.
«Sí, parece que nuestro amigo está descompuesto».
Los relojes se acercaron al reloj terrestre y escucharon con más atención.
«Es extraño, no suena tic tac, sino tac tac», dijo el reloj de sombra.
«Es verdad, pero no se te olvide que no es un reloj a cuerda sino de arena».
«¿Y cómo suena un reloj de arena?»
«¿Qué? Nunca te lo enseñaron».
«¡No!», respondió.
«Suena a desolación», expresó el reloj de viento mientras dentro del reloj de arena las hachas continuaban repiqueteando.
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